sábado, 21 de diciembre de 2013

La marca España

Me apetecía escribir una entrada por todo este ajetreo de las fiestas. Una entrada sobre la vergüenza, aunque aún no tengo muy claro si es ajena,propia o qué de qué. Y es que me siento avergonzada de lo que España proyecta en el mundo y en sus propios ciudadanos.
 Resulta triste y desconcertante que el mayor prodigio de originalidad o arte que se conozca allende nuestras fronteras sea Julio Iglesias, Penélope Cruz y Rafa Nadal. No me malinterpretéis, no digo que sean malos en sus respectivos campos (si bien a los dos primeros tampoco les profeso un especial respeto); pero resulta desalentador que haga décadas que no hay un premio Nobel español, que no haya  poetas, literatos, verdaderos músicos y artistas que dignifiquen nuestra imagen. La España del Siglo de Oro quedó atrás hace mucho,y yo considero que con la guerra civil murieron nuestros últimos alientos de arte verdadero: Unamuno, Miguel Hernández,García Lorca... ya hace mucho que son polvo en el polvo.
 Pero nos llaman a sentirnos orgullosos de la marca España, de ser el gracioso tonto de la clase que sólo aprueba educación física y religión. Orgullosos de un país en la que no hay una puta película sin un desnudo femenino porque aún vivimos en "el destape". Un país donde la gala de fin de año aparece poblada de tertulianos de telecirco y similares, cantantes de pacotilla que hacen playback y a los que se aplaude como artistas. Un país donde las colas que llenan los museos los fines de semana están compuestas por turistas y no por ciudadanos. Un país en que hacemos burla del vecino por perder un partido de fútbol mientras ellos salen de la crisis y nosotros nos hundimos más en ella.
 Esta es la marca España. Y yo cada día siento más bochorno al contemplarla y pensar que más allá de nuestras fronteras, todos nosotros somos paella, sangría, toros y olé.

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